Cada enero, el pueblo de Nuevo San Juan Parangaricutiro, en la región purépecha de Michoacán, se llena de color, música y tradición con la Competencia de la Danza de los Kúrpites, una de las celebraciones más auténticas de la cultura indígena del estado. Esta danza tiene profundas raíces prehispánicas ligadas a rituales agrícolas, y con el paso del tiempo, ha incorporado elementos religiosos y comunitarios que la hacen única en su tipo.
La competencia central ocurre el 8 de enero, cuando cuadrillas de jóvenes danzantes —representando a los barrios de San Miguel y San Mateo— se enfrentan en una muestra de destreza, ritmo y creatividad. Vestidos con trajes llenos de bordados, lentejuelas y máscaras de madera, los Kúrpites ejecutan pasos ceremoniales al ritmo de orquestas tradicionales, acompañados por personajes como el Tarepeti (San José) y la Maringuía (la Virgen). La danza no solo es competencia, sino también una forma de enseñanza, identidad y respeto comunitario.
El libro digital:
La competencia de los Kúrpites. Una danza tradicional de Nuevo San Juan Parangaricutiro, Michoacán, en formato PDF
Más allá del espectáculo visual y musical, esta festividad es un símbolo vivo del orgullo purépecha. La competencia fortalece los lazos intergeneracionales, fomenta el trabajo colectivo y proyecta al mundo la riqueza cultural de Michoacán. Asistir a la Danza de los Kúrpites no es solo presenciar una tradición: es sumergirse en el corazón de una comunidad que, año con año, defiende y celebra su herencia con pasión y alegría.
Dato curioso para enamorarte de Michoacán
¿Sabías que la Danza de los Kurpites, originaria de San Juan Nuevo, es una forma tradicional de cortejo entre jóvenes purépechas? Con máscaras llenas de color y trajes simbólicos, los Kurpites no solo bailan: representan con gracia y picardía el coqueteo y la rivalidad amistosa entre barrios. Una celebración viva del amor, la identidad y la cultura que solo Michoacán puede ofrecer.






