En el corazón de Michoacán, donde las tradiciones se mezclan con la tierra y el fuego, se encuentra uno de los utensilios más antiguos y emblemáticos de la cocina mexicana: el molcajete. Esta pieza de piedra volcánica no solo sirve para moler chile, ajo y especias; también es símbolo de historia, identidad y maestría artesanal.
Tradición viva en San Nicolás Obispo
Uno de los lugares más reconocidos por la elaboración de molcajetes es San Nicolás Obispo, una tenencia del municipio de Morelia, famosa por su destreza en el tallado de piedra. Este pueblo ha convertido una necesidad ancestral en una verdadera expresión artística, dando forma a molcajetes de todo tipo: desde los clásicos con tres patas hasta diseños con figuras de jaguares, tortugas o corazones.
Cada molcajete es tallado a mano por artesanos que han aprendido el oficio de sus padres y abuelos, trabajando directamente la piedra volcánica con cinceles, martillos y mucha paciencia. El resultado es una herramienta que puede durar toda la vida, resistente y con una textura perfecta para sacar lo mejor de los ingredientes.
¿A qué distancia está de Morelia?
San Nicolás Obispo se encuentra a tan solo 15 km del centro de Morelia, es decir, unos 25 minutos en auto. Esto lo convierte en un destino ideal para una escapada cultural y gastronómica, donde puedes conocer el proceso de elaboración, hablar directamente con los artesanos y adquirir un molcajete auténtico y funcional.